L'autor és la Maria Marroco , la nostra més sincera enhorabona!
LA DESPEDIDA
No recuerdo con
exactitud cuándo sucedió lo que voy a contar, solamente recuerdo que había ido
a visitar a unas amigas a las que muy pocas veces me permitía ver, más que nada
por la gran distancia que había entre el lugar en el que ellas vivían y el mío.
Por esto es que, al vernos, pasábamos el día entero recordando las anécdotas
que tuvimos la suerte de vivir en otros tiempos. Nuestra charla siempre se
extendía hasta la madrugada y aquella vez no fue la excepción.
Tras despedirme
de mis amigas comencé a caminar por las solitarias calles en dirección a mi
casa, sin embargo después de apenas unos minutos, vi a un hermoso joven que
caminaba en sentido opuesto al mío, lo cual me pareció muy extraño debido a la
hora. En el momento en el que él pasó junto a mí, no fui capaz de resistirme a
hablarle, y usé como excusa el hecho de que yo no conocía bien ese lugar. En
este punto tengo que decir que aunque sé perfectamente que esto era una
tontería, la belleza del joven me atrajo tanto que hubiera hecho cualquier cosa
por conocerle. Él respondió amablemente la pregunta que le hice, así que me
atreví a preguntarle su nombre y él me dijo que se llamaba Iván. Entonces le
pregunté qué hacía fuera de su casa a esas horas, él respondió que no quería
sentirse "atrapado" en ese lugar por ahora. Al ver la tristeza en su
rostro al decir estas palabras, no quise insistir más con el tema, ya que no
quería molestarlo más. De la forma más educada posible, le pregunté si había un
lugar en el que pudiéramos hablar tranquilamente, Iván me dijo que a tres manzanas
de donde estábamos, se encontraba un pequeño parque al que él solía ir para
pensar mejor las cosas.
Una vez en el
parque Iván quiso compartir conmigo aquello que le molestaba. No soportaba la
obsesión que tenía su madre en tratar de hacerlo más sociable y extrovertido,
cosa que a Iván no le gustaba en lo más mínimo porque su carácter era
introvertido por naturaleza, y de hecho me contó que nunca se había llevado
bien con ninguna persona, por lo menos hasta ese momento. Al oír esto, y sin
dejar de mirarlo a los ojos le cogí una mano y lo abracé fuertemente. De esta
manera se dio cuenta que estaba heladísima, y me ofreció su chaqueta. Me dijo
que era la misma que una vez se había prometido a sí mismo, que solamente
"su chica" podría usar.
Después de un
rato hablando de varias cosas, me ofrecí a llevarlo a su casa, no tenía coche. Decidí
quedarme fuera de ésta, hasta que él entrara por la puerta. Iván me dijo que si
sus padres me veían cuando él abriera la puerta, iba a tener muchos problemas,
así que me pidió por favor que me marchara antes de entrar. Aunque no me
agradaba nada la idea de dejarlo solo ni por un segundo, la acepté de mala
gana, no quería que Iván tuviera algún problema por culpa mía. Antes de irme me
preguntó que si era posible volver a vernos, yo le dije que podía ser cuando él
quisiera, mañana mismo si no tenía ningún inconveniente. Entonces él sonrió y
me dijo que le parecía perfecto vernos mañana, y añadió que era una promesa y
que no la olvidaría.
Al día siguiente
fui temprano con mis amigas para reclamarles por qué motivo no me habían dicho
nada sobre un joven tan dulce y bonito como Iván. Cuando dije esto mis amigas
se alteraron inesperadamente, como si hubiera dicho algo inapropiado. Uno de
ellos me respondió que no conocían a nadie con ese nombre. Sin embargo debido a
que la casa de Iván estaba apenas a una manzana de distancia, y a la reacción
que tuvieron cuando mencioné el nombre de Iván, en un principio me pareció una
mentira lo que dijo mi amiga, y para ser honesto llegué a pensar que si negaba
conocerlo, era porque ella o alguien más tenía algún tipo de interés en Iván,
en mi Iván. Pero como después de tantos años mi amiga conocía todos los
problemas que he tenido y muchos causados por culpa de los celos, me dijo de
forma muy seria, que ellas realmente no conocían a ningún joven con ese nombre,
no al menos con vida...
Lo que mis amigas
me contaron en aquel momento me obligó a preguntarle a un gran número de
personas que vivían por los alrededores, qué era lo que sabían sobre Iván. Todos
me dijeron lo mismo que mis amigas: que él había sido un hermoso y solitario
joven, que un día sorpresivamente le quitó la vida a sus padres a causa de la
insistencia de su madre por forzarlo a hacer amigos, a pesar de las quejas de Iván.
El cual después de haber asesinado a sus padres tomó varios medicamentos que lo
hicieron caer en un sueño del que ya no despertó.
Incluso después
de oír esta horrible historia de varias personas distintas, aún me negaba a creer
que el Iván que había conocido una noche antes hubiera sido capaz de hacer algo
así. Tampoco me creía el hecho de que él ya no era parte de este mundo. Para
terminar con mis dudas les pedí a mis amigas que me llevaran a la tumba de Iván.
Dentro del cementerio la única esperanza que tenía que todo fuera una mentira,
se hizo pedazos al estar frente a su sepulcro. En ese instante les dije a mis
amigas que me acompañaran a mi casa porque no soportaba estar más tiempo en
aquel lugar tan triste y siniestro.
Por la noche de
ese mismo día empezaron a ocurrir extraños sucesos en mi casa: objetos que se
caían de al suelo sin motivo, puertas que se cerraban de forma violenta, a
pesar de que no acostumbro a dejar abiertas las ventanas de mi casa, y algunas
otras cosas fuera de lo normal. Pasaban los días y este tipo de sucesos aumentaban
en intensidad y eran aún más raros. Por ejemplo: la otra vez me pareció ver la
silueta de Iván caminando dentro del espejo que tengo en mi habitación, pero al
observar detenidamente el espejo algunos minutos no volví a ver nada extraño.
Sin embargo, esta no ha sido la única vez que he visto a Iván, hace apenas
cinco noches estaba dormida de forma normal, cuando de la nada sentí que
alguien me miraba desde fuera de mi ventana, lo cual me hizo despertar y girarme
a mirar hacia ésta, y logré ver una sombra que desapareció casi de inmediato,
sin importar que mi habitación se encuentra en el segundo piso y la ventana da
hacia la calle.
Por estas razones
es que ahora escribo esto, quiero que se conozca la historia de Iván, quien se
debe de sentir traicionado porque yo no cumplí con nuestra promesa de ir al
parque al día siguiente de habernos conocido. Admito que en un principio tuve
miedo, de ir con él, pero ahora he dejado de ser débil y he aceptado mi
destino, así que no voy a tratar de escapar de Iván, al contrario, me he dado
cuenta que la vida sin Iván no tiene ningún sentido.
Sé que él no
tarda en llegar, desde hace unos momentos la temperatura ha bajado de repente,
además me ha parecido escuchar unos pasos cerca de la puerta de la entrada, la
cual se encuentra totalmente cerrada con llave.
La espera ha
terminado, estas son las últimas palabras que escribo, pues estoy seguro que Iván
se encuentra ahora mismo a mis espaldas, es momento que cumpla mi promesa...
Maria Marroco